JAIME ENRIQUE PRADA

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Tapada Afrolimeña: Vendedora de huevos. Performance, 05:53min 08 de agosto, 2020. Lima, Perú.

Tapada Afrolimeña: Negro chala en el día del Corpus. Performance, 02:45 min. 20 de junio, 2020. Sao Paulo, Brasil.

Tapada Afrolimeña: Vendedora de velas rojas. Performance, 02:22min. 18 de junio, 2020. Sao Paulo, Brasil.

Tapada Afrolimeña . Performance, 08:37min. 21 de julio, 2020. Lima, Perú.

Afrolimeña (s): Es un término que no restringe ni segrega. Se refiere a las personas que comparten prácticas culturales comunes a la cultura afro que se asentó en Lima.

Natalia Majluf y Marcus B. Burke en La Lima criolla de Pancho Fierro (2008) explican que no se trata de descubrir al hombre que se esconde tras el nombre, al sujeto histórico «Francisco Fierro», sino más bien a la personalidad que el criollismo construye como un efecto de su discurso, y como una construcción necesaria para el funcionamiento del género.

William Tompkins en su libro Las Tradiciones Musicales de Los Negros de la Costa del Perú (2011), destaca como se dio el proceso de incorporación de expresiones culturales afro en las procesiones que Pancho Fierro retrata.

“Las cofradías fueron consideradas como cantera de talento musical para las procesiones festivas del estado y la iglesia. Las danzas exóticas de los negros e indios pudieron haberles dado a estas procesiones un color, pompa y gloria solo comparable con lo que había conocido la antigua Roma. Por ello, el ayuntamiento de Lima ordenó a las cofradías tomar parte en las procesiones. Así, los esclavos africanos tuvieron la oportunidad de representar sus propias danzas públicamente, lo que pudo dar considerable ímpetu a la preservación de sus tradiciones musicales. Los funcionarios de la iglesia aparentemente no se dieron cuenta, al menos en un principio, de que estas danzas eran una continuación de la práctica del ritual africano, camuflado en la grandilocuencia y la atmósfera sensual. Procesiones como la del Corpus Christi incluían carrozas con representaciones de diablos e inmensas imágenes de personajes como “Papahuevos”, “Gigantes” y “El Cabezudo” que probablemente representaron para los negros reminiscencias de las figuras totémicas africanas. En esta atmósfera de incienso, color y esplendor aparecían los negros de las cofradías en las procesiones de acuerdo a sus naciones de origen, con sus estandartes distintivos, su nobleza y cortes.” (William Tompkins, 2011)

Estas prácticas culturales de los afrolimeños, no eran vistas de forma positiva por la sociedad limeña y fueron motivo de críticas discriminatorias.

“Algunos se disfrazan de Diablos o de emplumados: otros imitan a los osos con pieles sobrepuestas: otros representan unos monstruos con cuernos, plumas de gavilanes, garras de leones, colas de serpientes. Todos van armados con arcos, flechas, garrotes, y escudos: se tiñen las caras de colorado o azul, según el uso de sus países, y acompañan a la procesión con unos alaridos y ademanes tan atroces, como si efectivamente atacasen al enemigo. La seriedad y feroz entusiasmo con que representan todas estas escenas, nos dan una idea de la barbaridad con que harán sus acometidas marciales.” (Mercurio Peruano 1791: 112)

En los movimientos corporales busco canalizar estas prácticas culturales, explorar mi identidad de persona afrolimeña, homosexual, afeminado y relacionarlas con los arquetipos de las pinturas de Pancho Fierro. Cuestiono el imaginario de la masculinidad que rodea al hombre afro, los movimientos con los que Fierro los representa tienen mucha carga erótica y femenina, son contorciones corporales que actualmente se alejan de la virilidad impuesta socialmente.

Intento llenar un vacío no solamente histórico sino también palpable en las pinturas de Fierro, donde los personajes realizan actividades sin un contexto que los rodee, como aislándolos, tal vez protegiéndolos de un lugar adverso.

Boris Groys en su libro Arte en Flujo (2016), donde habla sobre el activismo en el arte expone que: “Estetizar las cosas del presente implica descubrir su carácter disfuncional, absurdo, inviable, todo lo que las hace inutilizables, ineficientes, obsoletas. Estetizar el presente implica convertirlo en pasado muerto. El arte acepta el status quo, pero lo acepta como un cadáver, en tanto lo transforma en una mera representación.”

El presente al que hago referencia, no es solo un momento actual; son fuerzas de opresión hacia las personas afro que datan desde mucho antes de las pinturas de Pancho Fierro. Hipermasculinización e hipersexualización, el hombre afro es visto como objeto de trabajo físico y de deseo por el tamaño del pene. La mujer afro es vista como personal de servicio que trasciende hasta el nivel sexual. Y no es que los afrodescendientes sean buenos en la cocina y los deportes, sino que estos eran los campos que se les abrían para desarrollarse; además la mayoría de afrolimeños quedaron en el anonimato porque los cronistas no se tomaban el tiempo de registrar sus nombres, sostiene la historiadora Maribel Arrelucea.

El movimiento BlackLivesMatter, que busca libertad, liberación y justicia para las personas afrodescendientes ha impactado a escala global; haciéndose cuestionar los actos discriminatorios que han estado normalizados por nuestra sociedad. Asimismo, la actual pandemia por el virus COVID-19 ha generado una nueva normalidad, en la cual el uso de máscaras para protegerse se ha convertido en una necesidad y obligación en diversos países; junto con medidas restrictivas de movilización, la forma de moverse ya no es la misma. Todos estos acontecimientos han tenido un impacto en mí, por varios meses estuve varado en Brasil y esto tuvo incidencia en la forma en que percibo mi relación con Perú.

Paul Preciado en su texto Learning from the virus (2020), remarca que la pandemia ha intensificado las brechas sociales y las medidas restrictivas de movilización ha generado que el espacio en que nos desarrollamos se limite, y el hogar se convierta en un lugar donde en el que ocurre todo. El exterior ha penetrado completamente nuestras viviendas y es este confinamiento, el que trato también de explorar y representar.

“La gestión de las epidemias pone en escena una idea de comunidad […], las hipótesis de Foucault, Esposito y Martin pueden postular las epidemias como construcciones sociopolíticas en lugar de fenómenos estrictamente biológicos [...], permiten apreciar cómo el virus realmente reproduce, materializa, ensancha e intensifica (del cuerpo individual al conjunto de la población) las formas dominantes de manejo biopolítico y necropolítico que ya operaban sobre temas sexuales, raciales, o minorías migrantes antes del estado de excepción. [...] Uno de los cambios biopolíticos fundamentales en las técnicas farmacopornográficas que caracterizan la crisis del COVID-19 es que el espacio doméstico, y no las instituciones tradicionales de confinamiento y normalización social (hospital, fábrica, prisión, escuela, etc.), aparece ahora como el nuevo centro de producción, consumo y control político. El hogar ya no es solo el lugar donde está confinado el cuerpo, como era el caso en el manejo de plagas. La residencia privada se ha convertido ahora en el centro de la economía del teleconsumo y la teleproducción, pero también en la plataforma de vigilancia. El espacio doméstico existe a partir de ahora como un punto en una zona de cibervigilancia, un lugar identificable en un mapa de Google, una imagen que es reconocida por un dron.”

La Tapada Limeña hizo sospechar a las autoridades que se estaban dando los primeros casos de travestismo en el virreinato. Con el manto se pretendía que no se le reconozca, es ocultar tu identidad para protegerte de algo o alguien. Hago una conexión con este personaje porque durante mi vida me sentí presionado por ocultar mi feminidad para tratar de encajar en patrones heteronormativos y así protegerme.

Es así que la máscara se convierte en una metáfora para la opresión blanca, ocultar la identidad y protección. La performance que realizo estetiza la realidad actual de las personas afro y a través de esto doy por muerta y obsoleta la discriminación y el miedo.

Performance (Compilación de ensayos) Tapada Afrolimeña, 2020 33:25min.


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Jaime Enrique Prada es un artista interdisciplinario que se formó en la Universidad de Lima y en la Facultad de Arte y Diseño de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

Sus trabajos se han expuesto en Perú, Argentina y Brasil. En su practica explora la relación entre género y sociedad, desafiando los roles tradicionales y estructuras hegemónicas. Prada tiene una mirada introspectiva y hace énfasis en la construcción de una identidad que evoluciona e interfiere con diferentes aspectos de la vida humana.

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